lunes, 27 de junio de 2011

El Poder del Perdón

En Lucas 7:41 Jesús cuenta una parábola en la que, creo yo, nos da un tip importante para vivir apasionados por Él, pues muestra el poder del perdón que Dios nos da.

maria a sus piesEstaban el la casa de Simón, un fariseo, comiendo y entra una mujer pecadora que lavó los pies del maestro con sus lágrimas, los enjugaba con sus cabellos, los besaba y los ungía con aceite. El anfitrión de la reunión, Simón, pensó para sí mismo: “Si este fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca…”. Jesús unos versículos más adelante cuenta que había un acreedor (prestamista) que tenía dos deudores: uno de ellos le debía, digamos, S/.500 y el otro le debía S/.50; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó la deuda de ambos. Entonces Jesús preguntó a Simón: “Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?”. Simón dijo: “Pienso que aquel a quien perdonó más”. Rectamente has juzgado dijo Jesús.

Nunca me había puesto a meditar de esta forma en este episodio. Como cristianos muchas veces olvidamos que DIOS MISMO no has perdonado la vida!!! olvidamos que merecemos la muerte! ¿Te has puesto a pensar en lo que eso significa?

Escuché una historia de un joven que mató a otro y que estando en la cárcel los padres de su víctima habiéndolo perdonado le escribían cartas contándole sobre el amor de Dios y salvación que tiene para él. Me imagino el desconcierto de este asesino al recibir amor a cambio de sus actos tan perjudiciales, el impacto de ese amor en su vida lo trajo a los pies de la cruz de Cristo. Solo el amor de Dios puede hacer eso.

Conozco a un hombre de Indiana, EU que vino con un grupo misionero a Lima hace no mucho tiempo. Por lo que sé, tuvo una vida bastante desordenada y dentro de ese desorden una fuerte adicción a las drogas. Al conocerlo y ver su vida ahora con la libertad que Dios le ha dado y el amor que Dios ha derramado sobre él y su amor apasionado y locura por Dios, me quebranta y me llena de emoción el poder ver tan de cerca la obra perfecta que solo el amor perfecto de un Dios perfecto puede hacer.

La clave está en recordar lo que el perdón de Dios significa para nosotros personalmente, dejarse envolver por ese amor infinito que va más allá de nuestras circunstancias y debilidades cambia nuestro corazón por uno más sensible a Él, por un corazón agradecido que lo único que desea es derramarse a sus pies como aquella mujer lo hizo sin importarle quién miraba o qué pudieran decir, ella solo quería agradecer ese amor que la quebrantó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es su amor que nos quebranta, cada vez que su amor nos toca nos va transformando, y solo cuando estamos dispuesto a ser tocados por El. Casi todos los dias tengo que pedir perdon, y veo su gracia abundante en mi vida a pesar de mis errores es su gracia que me sostiene.....

Vanessa dijo...

=)!