Muchas veces sucede que cuando aprendemos algo o nos damos cuenta que las cosas tienen que cambiar o mejorar, pensamos en alguien más, no en nosotros mismos. La historia de hoy es una de esas veces.
Escuché una canción de Marcos Brunet que se llama “Atrae mi corazón”. La primera vez que la escuché me gustó mucho, hasta ahora me gusta mucho, pero sobretodo porque ahora tiene más significado. Al principio era una canción con la que pensaba en la gente y su necesidad de estar más cerca a Dios; pensaba en la necesidad que tiene el pueblo de Dios de vivir prendido a Él, de estar vigilantes y atentos a los peligros de las distracciones que nos abruman en el mundo cada día.
Todo iba bien hasta que Dios me hizo una pregunta más personal: “¿Y TU CORAZÓN DÓNDE ESTÁ?”. Entonces empecé a convertir en mías las palabras de esta canción y a examinar mi propio corazón, la verdad es que era más fácil cuando se trataba de alguien más. Pero Dios es personal y quería decirme algo a mí, Él quiere hacer ajustes en mí y yo quiero dejar que los haga.
Señor, atrae mi corazón, no dejes que me aleje, no me dejes ir. No quiero que de mí digas que te honro de labios teniendo el corazón lejos de Ti (Isaías 29:13). Acércame a Ti, yo quiero tu visión en mis ojos, quiero tu canción en mis labios y tu corazón en mi pecho.
1 comentario:
Si esa canción es super y lo que tu dices es verdad muchas personas dicen que aman a Dios pero no lo demuestran al momento de actuar. Bendiciones. ;)
Publicar un comentario