viernes, 17 de diciembre de 2010

En esto pensad

Nuestra mente es un lugar muy importante. Ahí ganamos o perdemos batallas; es un lugar muy transitado por las cosas que salen de nuestro propio corazón y las que llegan desde afuera. No pretendo explicar la complejidad de la mente humana, pero si quiero mencionar un par de cosas que considero importantes para el día a día, no porque yo las diga sino porque el libro en que están escritas tiene autoridad divina.

En la Biblia encontramos a Jesús respondiendo a la pregunta sobre cuál es el GRAN mandamiento:

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con TODA TU MENTE. Este es el primero y grande mandamiento.
(Mateo 22:37-38, énfasis mío)

Muchas veces nos olvidamos que podemos y DEBEMOS amar con nuestra mente a Dios. Amar implica honrar. Una buena forma de hacerlo creo que sería no dejando entrar ciertas cosas en ella y si se cuela algo que no debió pues debemos desecharlo de inmediato para evitar “masticarlo” mucho y así cuidarnos de pisar el palito y caer en la trampa. Pero ¿Qué hacemos en realidad? ¿Acaso no nos gustan esos pensamientos que llegan a nuestra mente? ¡Ese es el problema! Son pensamiento difíciles de rechazar por nuestra propia cuenta. Debemos recordar siempre que Dios nos dio con Su Espíritu dominio propio, y si lo amamos con TODA nuestra MENTE debemos procurar tener el lugar limpio y purificado para honrarle.

No os conforméis a este siglo, sino TRANSFORMAOS por medio de la RENOVACIÓN de vuestro ENTENDIMIENTO, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
(Romanos 12:2, énfasis mío)

Para poder amar a Dios con TODA nuestra mente debemos rendir nuestros pensamientos a Su voluntad. Es ahí cuando la transformación que Pablo menciona en Romanos, sucede. No hay forma de renovar nuestra mente (entendimiento) que se encuentre fuera de Dios. Él es la única fuente.

Otra cosa que debemos hacer para cuidar nuestra mente es mantenerla ocupada, pero no con tonterías, sino con pensamientos que valgan la pena.

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo PURO, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, EN ESTO PENSAD.
(Filipenses 4:8, énfasis mío)

Para terminar, algo que escuché alguna vez (no recuerdo dónde ni de quién) pero que es muy bueno recordar: “No puedes evitar que las aves vuelen sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que hagan su nido sobre ella”.

Pensando...

Procuremos entonces cuidar nuestra mente para mantenernos limpios de pensamientos que no honran a Dios. Aprendamos a invertir en pensamientos puros, a meditar en Sus maravillas, en Su palabra, a honrarlo y amarlo con TODA nuestra mente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por su Comentario. Me fue de gran bendicion