sábado, 2 de febrero de 2013

Mi 2013 (y resumen 2012)

Este nuevo año, como se han podido dar cuenta (si es que alguien lee el blog), me tardé un poco más en escribir el post de los planes y metas para el año nuevo que inicia. El motivo creo que va muy de la mano con lo aprendido en el 2012, el año que pasó me enseñó que el que mucho abarca poco aprieta de una manera práctica, es de esto que nace mi primera meta para 2013: “No querer hacer TODO al mismo tiempo (¡NO SE PUEDE!)”.

Hice muchos planes y según yo, al ponerlos en un papel se me haría fácil ir completándolos. Al principio parecía funcionar, pero sin darme cuenta estaba planeando sin consultarle al jefe. Todos mis planes eran buenos, nada maquiavélico ni malvado o torcido en sí mismo, pero fueron MIS planes. Ahora, para aclarar un poquito, creo que no tiene absolutamente NADA de malo hacer planes, organizarse y trazarse metas en la vida, es más, deberíamos buscar hacerlo para así también ser buenos administradores del tiempo que Dios nos regala cada día. No deberíamos vivir dependiendo de las consecuencias de forma reactiva, sino de forma proactiva hacer que las cosas sucedan, que las circunstancias se den y seguir nuestras metas.

Mis planes eran buenos, eran muchos también ja ja. Pero los planes de Dios eran diferentes. Todo el 2012 Dios se lo pasó enseñándome (y sin pedirme permiso) que debo depender de Él en todo momento. Pasaron cosas que distrajeron mi foco de los planes que yo había hecho, situaciones que pusieron en tela de juicio mi corazón. Me cuestionaba todo, situaciones que me hicieron dudar, que me asustaron, que me golpearon y que creo que me hicieron madurar un poco más. Lo bueno es que pude ver a Dios, una vez más, interesado en que lo conozca más y de una forma diferente, no con teoría sino con el día a día, en la cancha ahí donde las papas queman.

Siento que he aprendido varias lecciones, que el 2012 fue un año de aprendizaje, de madurez y no de logros propios, fue un año que Dios usó para acercarse y ser más que nunca el Padre que todos necesitamos.

Este año nuevo aprendí que Dios es soberano, que Él decide y tiene la última palabra, aprendí que los planes que hago tienen como primer filtro su aprobación. Que debo vivir rindiendo todo delante suyo. Mi meta este 2013 es conocerlo cada vez más de nuevas formas, tener conversaciones íntimas en las que yo abra mi corazón y Él, el suyo. Eso es todo lo que quiero, agradarle.

1 comentario:

Vanessa dijo...

..=)!...éxitos en el 2013 con tus planes con DIOS!